¿Por qué no logro quitarle los pañales a mi hijo o hija con TEA?
El control de esfínteres, sin duda es uno de los temas de mayor preocupación por parte de los padres. Muchos de nuestros niños y niñas, presentan un retraso en la adquisición de hitos del desarrollo y uno de éstos, es precisamente el dejar el pañal.
El control de esfínter, es un hito del desarrollo madurativo, es decir, ocurre cuando nuestro hijo o hija adquiere un nivel de maduración tanto físico/fisiológico como emocional y cognitivo. Es sabido que nuestros niños y niñas con TEA, presentan la adquisición de muchos hitos del desarrollo (como la marcha, el lenguaje, el desapego al dormir, etc.) de manera tardía.
Por otro lado, cada niño y niña es un ser único, con sus propias habilidades y desafíos, en donde las primeras se irán adquiriendo en la medida que el niño o niña vaya desarrollando las capacidades necesarias para la ejecución de éstas o bien, compensándolas y aprendiéndolas a través de procesos terapéuticos acompañados de los profesionales indicados para cada caso. Por lo que, en primera instancia, debemos evaluar si nuestro hijo o hija está en el momento indicado para dejar o no los pañales.
Entonces… ¿Por qué no logro quitarle los pañales a mi hijo o hija con TEA?
Una de las principales causas para esta problemática, es el trastorno del procesamiento sensorial a nivel interoceptivo y propioceptivo. El interoceptivo tiene relación con la capacidad de percibir e interpretar estímulos provenientes desde el interior de mi cuerpo, a nivel visceral, como por ejemplo: el hambre, el sueño, el dolor, entre otros. Y el propioceptivo, tiene relación con la capacidad de percibir e interpretar la posición de mi cuerpo en el espacio a través de los músculos, articulaciones y ligamentos, como por ejemplo: cómo debo usar mi cuerpo al momento de correr, saltar, trepar, tomar un lápiz, etc o cuánta fuerza utilizar para cada una de estas tareas.
Entonces, cuando tenemos una baja percepción e interpretación de los estímulos de estas áreas sensoriales (es decir, un perfil hiporreactivo), podemos presentar dificultades para percibir/diferenciar las ganas de orinar/defecar a tiempo.
Otro de los sistemas que podría estar afectando en la adquisición de la independencia en esta tarea, es el sistema vestibular (sistema encargado de procesar información de posicionamiento de la cabeza, gravedad, equilibrio y coordinación).
Muchos de nuestros niños, presentan Inseguridad gravitacional, término utilizado para definir el miedo a separar los pies del suelo. Llevando esta información a la tarea de sentarse en el W.C., al no tener el tamaño adecuado, muchos niños sentirán esta inseguridad al momento de sentarse y mantener los pies en el aire.
De igual manera, la sensación que provoca el orificio principal donde nos sentamos, podría generar esta misma inseguridad. Por lo que se recomienda utilizar adaptadores tanto para la disminución del diámetro del orificio del W.C. como un adaptador de altura (puede ser un banquito), para que nuestro niño o niña, apoye los pies sobre una superficie y así, se disminuya la sensación de inseguridad.
Otra causa, puede ser a nivel cognitivo, ya sea por la baja comprensión en los pasos de la tarea: dirigirse al baño, desabotonar y bajarse la ropa, sentarse en el W.C., luego limpiarse, tirar el papel a la basura, tirar la cadena, lavarse las manos y secarlas. Sin duda es una tarea que requiere una gran cantidad de pasos en donde muchos de nuestros niños y niñas pueden confundirse y frustrarse. De igual manera, aquí interviene el aspecto motor, ya que necesitamos de coordinación, motricidad gruesa y fina y equilibrio para realizar cada uno de éstos pasos.
Por otro lado, la flexibilidad es otro factor muy influyente en la adquisición de esta tarea. Recordando que es parte del diagnóstico el que existan dificultades para aceptar los cambios a nivel general, debido a la gran adherencia a la estructura, esto podría afectar directamente en la aceptación de cambiar del pañal por el uso del W.C. Comprender y aceptar este cambio, será un proceso paulatino, que deberá conllevar un acompañamiento emocional, basado en la paciencia, en donde no debe existir frustración ni irritabilidad.
Finalmente, otro de los posibles motivos que interfieren en la adquisición del control de esfínter es la comunicación. Si nuestro hijo o hija no presenta intención de comunicar la necesidad de ir al baño, por supuesto que impedirá que lo logre. Y no necesariamente tiene que existir el lenguaje expresivo (habla), simplemente, con el hecho de tener o no la intención de comunicar esta necesidad, será un paso para lograrlo, ya sea a través de un gesto, señalamiento o la instrumentalización (término que se utiliza para referirse al acto de utilizar las manos del adulto como un instrumento para lograr lo requerido. Ejemplo: nos toma la mano y la lleva hacia el vaso para pedirnos jugo). Entonces, puede existir la capacidad de controlar esfínter, pero no comunicarlo.
Todos estos factores son importantes de evaluar a la hora de pensar en quitar los pañales. Entonces, tu hijo o hija ¿tiene alguna dificultad sensorial que le impida sentir internamente sus necesidades biológicas? ¿logra comunicar sus necesidades? ¿es flexible frente a los cambios? ¿se frustra frente a tareas que contengan muchos pasos a la vez? ¿tiene las habilidades motrices para ejecutar la tarea?
Todas estas preguntas debes hacerlas una vez que decidas comenzar con en el entrenamiento de este proceso, entendiendo que es el propio niño o niña, según sus capacidades, quien determina si está listo para iniciarlo o no.
Te dejamos invitado/a para la segunda parte de este artículo, en donde hablaremos de cómo iniciar este proceso y tips para llegar al logro de esto, según cada problemática presentada en el presente artículo. ¡Nos vemos!
